EL LANZADOR DE UNA MANO QUE LANZÓ UN NO-HITTER
Jim Abbott nació sin su mano derecha el 19 de septiembre de 1967 en Flint, Michigan. Desde pequeño, enfrentó burlas y dudas, pero él solo quería una cosa: jugar béisbol. Y no se rindió.
¿Cuál fue su respuesta? Horas de práctica contra una pared.
En la escuela, lo llamaban “Capitán Hook” por su prótesis. Lejos de rendirse, Jim brilló en la preparatoria y luego en la Universidad de Michigan, donde llegó a ganar dos títulos de la Big Ten y el premio Sullivan en 1987.
En 1988 Jim fue el as del equipo de EE. UU. que ganó la medalla de oro (el béisbol era deporte de exhibición) en los Juegos Olímpicos de Seúl. El mundo vio que este chico sin mano derecha estaba listo para algo más grande.
En 1989, subió directo a MLB sin pasar por Ligas Menores y… ¡logró 12 victorias! Su técnica asombraba: lanzaba, cambiaba el guante y fildeaba como si tuviera dos manos.
La temporada de 1991 fue su año dorado con los Angels: 18 victorias y 2.89 de ERA lo ubicaron 3ro en la votación al Cy Young.
Jim no solo competía con los mejores; los superaba. Su talento hablaba más fuerte que cualquier limitación.
El 4 de septiembre de 1993 mientras lanzaba para los Yankees, fue el protagonista de un No-Hitter contra los Cleveland Indians.
Enfrentó a 31 bateadores, dio 5 bases por bolas y ponchó a 3 en 9 innings. Histórico. El mundo se puso de pie ante la hazaña de Jim.
Jim jugó 10 temporadas en MLB, pasando también por White Sox y Brewers, hasta su retiro en 1999. Ese año en el único partido en el que jugó en la Liga Nacional, ¡también bateó 2 hits e impulsó 3 carreras para los Brewers!
Pero los números no cuentan toda la historia: Jim dejó un legado de coraje y determinación. Sin lugar a dudas, su carrera rompió barreras y prejuicios en el béisbol.
"No es la discapacidad lo que te define, sino cómo enfrentas los desafíos", dijo alguna vez. Hoy en día, Jim Abbott es un orador motivacional que sigue impactando vidas. Su historia nos enseña que no hay límites cuando hay voluntad. Una vida que demuestra que el espíritu lo supera todo.
Fuente: Deportesnoticia
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