CAMPEONES DE LA FE
En 1995 una mujer se me acercó y me dijo: "Jesús te ama". Quedé confundido. ¿Qué me quiso decir? ¿Por qué me lo dijo a mí en vez de decírselo a los otros que estaban conmigo?
Durante varios días pensé en lo que me había dicho; luego ella regresó para invitarme a una reunión de atletas en donde iban a leer la Biblia. Esto no me atrajo para nada. Me imaginaba como uno de esos seguidores de Jesús con una Biblia bajo el brazo, y a mis compañeros de equipo riéndose de mí. Para mí no era otra cosa que una simple locura.
Pero pasado algún tiempo, me di por vencido y fui. Sí bien no tomé una decisión de inmediato, la Biblia por fin se abrió paso y Dios comenzó a transformar mi vida.
Parecería que ser cristiano y atleta profesional a la vez es algo muy difícil debido al dinero y a la fama, pero creo que es como en cualquier otra profesión. Tal vez sienta la tentación de hacer que el dinero y la fama sean más importantes que Jesús, pero para otra persona es posible que la presión de las relaciones sexuales o del poder sea lo más importante. La clave está en formar el hábito de escoger a Jesús sobre todo lo demás, hasta que seguirlo a él y no ceder a las otras presiones se vuelva algo más natural.
Como lo dijera un escritor bíblico, "porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, poderes, principados o autoridades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es anterior a todas las cosas, que por medio de él forman un todo coherente; él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él es el principio, el primogénito de la resurrección, para ser en todo el primero; porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en su cruz" Colosenses 1:16-20.
Fuente: La Victoria Final
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