CAMPEONES DE LA FE
A principios del año pasado tuvo un sueño donde Dios le pedía retirarse del boxeo para que predicara su mensaje. El boxeador filipino Manny Pacquiao, se declara un convencido y ferviente cristiano, después de que Jesús transformara su persona y su vida. Tras años de vivir entre fiestas, consumo excesivo de alcohol y adicción a las apuestas, Pacquiao dio un cambio radical a su forma de vida y se convirtió en un “hombre de Dios”, explicó en una reciente entrevista su pastor y consejero espiritual, Jeric Soriano.
“Manny es un hombre de Dios. Ama a Dios en su corazón”, explica Soriano sobre el momento actual del boxeador, muy diferente a los excesos de su juventud. Con la ayuda de su pastor, Pacquiao se ha dispuesto a seguir a Cristo Jesús, aceptando la norma de fe y conducta de la Biblia como su referencia. Pacquiao sueña ahora con convertirse algún día en pastor evangélico y está construyendo un lugar de culto de 6 mil metros cuadrados en General Santos, su lugar de origen en el sur de Filipinas, para que se predique y viva la Palabra de Dios, según explica Soriano. El pastor Boy Buan, encargado de supervisar la construcción, apunta que el templo podrá acoger a 5 mil personas y que llevará “La Palabra para todos”.
El boxeador filipino ya ha abogado en oportunidades anteriores por otras personas, dando testimonio de sus creencias en Cristo y del amor de Dios en su vida. Él continúa enfocado en honrar a Dios únicamente y en brindar una mano amiga al prójimo, atender al necesitado, y dar a conocer la Buenas Nuevas de salvación.
Parte de su testimonio se evidencia en cómo Dios lo sacó de un mundo de vanidad, fama, dinero, donde estaba rodeado de vicios. De allí, pudo salir con la ayuda de Dios, quien dice Manny, que es su Señor, su Dios, a quien sirve con entrega y dedicación.
Hoy, Pacquiao sabe y confía en que tiene la victoria siempre en Cristo Jesús.
Fuente: Acontecer Cristiano.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario