CAMPEONES DE LA FE
«¿Cómo sería la vida entregada al deporte?». Nicola McDermott, especialista en salto de altura, plantea esa pregunta en su biografía de Instagram, y luego continúa con lo que significa vivir una vida buscando darle una respuesta digna a la pregunta. En la pista, McDermott, de 24 años, ganó una medalla de bronce en los Juegos de la Mancomunidad 2018 y estableció un nuevo récord personal el año pasado tras dejar Australia para entrenar en Europa durante la pandemia. Fuera de la pista, cofundó Everlasting Crowns, un ministerio en el que espera ver «compañeros atletas transformados por el amor perfecto de Jesús, plantados en iglesias y discipulados para ser una bendición en cada lugar al que sean enviados»
«Mi fe es la razón por la que he permanecido en el deporte tanto tiempo», dijo a The Guardian a principios de este año. «La fe es la confianza en las cosas que no hemos visto, ¿cierto? Hoy, para mí, es saltar dos metros. Cuando tenía ocho años, era saltar 1.15 m. Se necesita un poco de fe para creer en eso. Me centré tanto en el deporte hasta los veinte años que pensé que eso era lo que me haría feliz: cuando lograra ser una atleta olímpica, cuando lograra alcanzar algo, entonces sería feliz. Llegué a un nivel en el que tenía todo lo que había soñado, pero seguía insatisfecha. Me di cuenta de que había puesto mi identidad en mi desempeño y en mis logros. La fe para mí fue darme cuenta de que soy amada sin importar mi desempeño; el salto de altura es simplemente una forma de conectarme con Dios».
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