DANIEL TORRES "LA RUMBA Y EL ALCOHOL ME HACÍAN SER UNA PERSONA IRRESPONSABLE"
La fama y el dinero habían descarrilado la vida de Daniel Torres en la época en la que brillaba en Colombia. El alcohol se acercó a su vida y casi lo aleja de su familia y de los los campos de juego, pero en Bogotá se aferró a la fe cristiana, que es lo que le 'salvó' de abandonar prematuramente el fútbol.
“Los que me conocían algunos años atrás, me ven ahora y dicen que soy una persona totalmente diferente… Es ahí, cuando Dios obra, donde da una luz, le extiende la mano y lo abraza, le da confianza a uno, le da tranquilidad"
El futbolista Daniel Torres, quien actualmente es mediocampista en el Deportivo Independiente de Medellín de la primera división de su país, reconoció que su carrera estuvo en peligro por su adicción al alcohol.
En declaraciones a los medios, el jugador contó que casi pierde su familia por culpa de su adicción, “la rumba y el alcohol me hacían ser una persona totalmente irresponsable”, señaló Torres.
La vida de Torres, dentro y fuera de la cancha, no tenían mucha relación, su rendimiento jugando era muy bueno, pero su comportamiento fuera de ella, era todo lo contrario a bueno. “Tenía un problema en el tema disciplinario, me gustaba mucho salir de fiesta, tomar alcohol y era del tipo de persona que no me comportaba”, indicó el futbolista. Su esposa, Natalia Pabón, se dijo en determinado momento “prefiero estar sola a estar trasnochada imaginando y pensando cosas”, ella sufría con el modo de vivir que su esposo tenía.
Su refugio era el alcohol
Confesó Torres que cualquier cosa activaba sus ganas de beber, o más bien, él decidía refugiarse en ello. “Me desahogaba en el licor, una derrota, un traspiés, una pelea con mi señora y ya me iba a tomar, me iba de fiesta”, añadió.
Comenzó a reflejar su condición en la cancha al ser merecedor de una tarjeta roja inesperada, lo devolvieron de un campeonato nacional por su mala conducta y para “ese momento ya había perdido a mi esposa a mi hijo”, indicó el futbolista.
Un encuentro con su Salvador
Seis meses después, tuvo un encuentro divino y las salidas con amigos a beber fueron remplazadas por la oración y el amor de Dios. “Los que me conocían algunos años atrás, me ven ahora y dicen que soy una persona totalmente diferente… Es ahí, cuando Dios obra, donde da una luz, le extiende la mano y lo abraza, le da confianza a uno, le da tranquilidad”, aseguró Torres.
Por su parte, el pastor Carlos Olmos, de la Iglesia “El lugar de su presencia”, dijo que “escuchaba en las noticias de todas las cosas horribles que Daniel hacía. Yo oraba por él y todavía sigo orando para que su vida vaya en ascenso, yo creo que Dios tiene muchas cosas para Daniel y para su familia”, señaló.
“Recuperar mi familia, mi hogar, pensar en llegar a la Selección [de Colombia] eran mis metas”, indicó Torres. Y así fue, Daniel volvió a jugar como una persona renovada por el poder de Dios, y con nuevos conocimientos que lo ha llevado a ser una mejor persona, esposo, padre y amigo. En noviembre de 2015 fue convocado por el director técnico de la Selección de Colombia, José Pékerman para los dos partidos de las eliminatorias a Rusia 2018. Daniel debutó días más tarde con la camiseta tricolor en un partido que terminó en empate contra la Selección de Chile.
“Recuperar a mi esposa e hijo ha sido la mayor bendición. Ahora vivo en gozo, dándole siempre la gloria y la honra al Señor”, aseguró el mediocampista. Su encuentro con el Señor vino por las oraciones de Sandra Merino, una mujer que sirve al Dios viviente. Ella fue quien le habló a Daniel sobre las promesas del Señor y le sirvió como guía para que ahora él también pudiera guiar a su propia familia a los pies de Cristo, tal y como sucedió.
La carrera de Daniel fue mejorando y entendió que el Señor es parte de su vida y de su carrera, por lo que antes de cada partido, camina descalzo en el campo, como acto profético conforme a lo que dicen las Sagradas Escrituras en Deuteronomio 11:24, “Todo lugar que pises con la planta de tus pies será tuyo”; y ora para poner en manos de Dios su desempeño y el de su equipo para esa jornada.
Aunque esta mujer sirviera de intermediaria para que Daniel Torres llegara a los pies de Cristo, el jugador reconoce que ahora su vida es otra, es plena y está llena de gozo gracias al amor de Dios, a quien da toda la gloria y la honra por lo que hizo con él y por ayudarlo a recuperar a su familia. Para este mediocampista todo es cuestión de fe.
Fuente: Verdad y Vida
No hay comentarios.:
Publicar un comentario